Cuando se nos pidió escribir un artículo sobre algún pequeño
placer, o sobre algo que nos haya
emocionado, lo primero que hice fue pensar en alguno de los dos en concreto,
por separado. Más tarde pensé: ¿y por qué no algo que incluya ambas cosas?
Creo que si no el que más, uno de los mayores placeres que
se pueda sentir es ese instante en el que has conseguido algo que nadie jamás
pensaba que pudieras lograr, nadie salvo aquellos que siempre estuvieron ahí,
los mismo de siempre, ya sea hermano, madre, padre, mejor amigo, etc… esas
mismas personas de las que te acuerdas en ese instante. Es en ese momento en el
sientes una mezcla de entre emoción y felicidad, a la vez.
Todos en mayor o
menor medida habremos sentido algo así, algo como en su día sintieron personas
como Albert Einstein, Mandela, Luther King, etc… Quienes en sus particulares
luchas, ya sea científicas o humanitarias, nadie apostaban porque consiguieran
algo de provecho, y sin embargo, consiguieron callar a todos esos, que desde,
quizás, su vacío personal, no veían capaces a todas estas personas de conseguir
ese algo que muchas personas antes habían intentado y, puede, que fracasado.
Y creo que estas son las experiencias que más fuertes nos
hacen. Es el caso de ese niño que desde
pequeño decían que no valía para estudiar, que sería ``uno más´´ de esos chicos
que fracasan pronto en la escuela, y que más tardes ves en la calle siendo una
de esas personas que han fracasado en todo lo que se han propuesto. Ese mismo niño, que iba avanzando de curso en
curso ``por los pelos´´, o simplemente porque el cupo de repetidores estaba
lleno, y dentro de ellos era el ``menos malo´´. Con todos estos precedentes el
resto, en teoría, se podría deducir, llegaría el día en que repitiera en un
curso, después en otro y en otro, hasta que llegara día en que lo echaran del
colegio, por excesivos incidentes y por tener la edad legal para salir del
mismo. Y es que en efecto esto ocurre en el 99,99% de los casos. Pero sin embargo,
a veces las teorías fallan, y aparece ese 0,01% para romper este mito. Yo soy
de ese 0,01%, y yo soy ese niño. No se sabe por qué ese niño un día le dio por
cambiar y darse cuenta de que ese no era el camino a seguir, y creo que fue sin
duda porque ya había tenido dos precedentes, los de mis dos hermanos que
ninguno llegaron a sacarse ningún estudio que recalcar, uno quedo en
bachillerato y el otro ni siquiera eso. Fue uno de ellos el que realmente me
supo hacer ver que el camino que llevaba no era el correcto, pero todo ello,
por supuesto, desde el consejo y no la represión, que no vale para nada, será
quizás un buen ejemplo de este tipo mi graduación en bachillerato, ahí será
donde recordare aquellas personas que realmente creyeron en mí, y será entonces
cuando aparezca una de estas emociones que he tratado, la mezcla entre
satisfacción y emoción, aunque por supuesto y como es lógico no a gran escala.
Es en mi opinión, fundamental proteger nuestros sueños, y luchar porque algún dia se cumplan, y no tan solo plantearnos el querer , simplemente ir a por ello. Just do it .