jueves, 16 de mayo de 2013

Conseguir algo que nadie creía que pudieras



Cuando se nos pidió escribir un artículo sobre algún pequeño placer,  o sobre algo que nos haya emocionado, lo primero que hice fue pensar en alguno de los dos en concreto, por separado. Más tarde pensé: ¿y por qué no algo que incluya ambas cosas?

Creo que si no el que más, uno de los mayores placeres que se pueda sentir es ese instante en el que has conseguido algo que nadie jamás pensaba que pudieras lograr, nadie salvo aquellos que siempre estuvieron ahí, los mismo de siempre, ya sea hermano, madre, padre, mejor amigo, etc… esas mismas personas de las que te acuerdas en ese instante. Es en ese momento en el sientes una mezcla de entre emoción y felicidad, a la vez.

Todos en mayor  o menor medida habremos sentido algo así, algo como en su día sintieron personas como Albert Einstein, Mandela, Luther King, etc… Quienes en sus particulares luchas, ya sea científicas o humanitarias, nadie apostaban porque consiguieran algo de provecho, y sin embargo, consiguieron callar a todos esos, que desde, quizás, su vacío personal, no veían capaces a todas estas personas de conseguir ese algo que muchas personas antes habían intentado y, puede, que fracasado.
Y creo que estas son las experiencias que más fuertes nos hacen. Es  el caso de ese niño que desde pequeño decían que no valía para estudiar, que sería ``uno más´´ de esos chicos que fracasan pronto en la escuela, y que más tardes ves en la calle siendo una de esas personas que han fracasado en todo lo que se han propuesto.  Ese mismo niño, que iba avanzando de curso en curso ``por los pelos´´, o simplemente porque el cupo de repetidores estaba lleno, y dentro de ellos era el ``menos malo´´. Con todos estos precedentes el resto, en teoría, se podría deducir, llegaría el día en que repitiera en un curso, después en otro y en otro, hasta que llegara día en que lo echaran del colegio, por excesivos incidentes y por tener la edad legal para salir del mismo. Y es que en efecto esto ocurre en el 99,99% de los casos. Pero sin embargo, a veces las teorías fallan, y aparece ese 0,01% para romper este mito. Yo soy de ese 0,01%, y yo soy ese niño. No se sabe por qué ese niño un día le dio por cambiar y darse cuenta de que ese no era el camino a seguir, y creo que fue sin duda porque ya había tenido dos precedentes, los de mis dos hermanos que ninguno llegaron a sacarse ningún estudio que recalcar, uno quedo en bachillerato y el otro ni siquiera eso. Fue uno de ellos el que realmente me supo hacer ver que el camino que llevaba no era el correcto, pero todo ello, por supuesto, desde el consejo y no la represión, que no vale para nada, será quizás un buen ejemplo de este tipo mi graduación en bachillerato, ahí será donde recordare aquellas personas que realmente creyeron en mí, y será entonces cuando aparezca una de estas emociones que he tratado, la mezcla entre satisfacción y emoción, aunque por supuesto y como es lógico no a gran escala.

Es en mi opinión, fundamental proteger nuestros sueños, y luchar porque algún dia se cumplan, y no tan solo plantearnos el querer , simplemente ir a por ello. Just do it .